viernes, 10 de agosto de 2007

En el cerro de San Miguel parte 2

Aqui pueden ver la parte 1

Don Martín chupaba el cigarro como si fuera el ultimo de su vida, el frió de la noche, le quemaba las manos, pero no soltaba el tabaco, mientras caminaba de un lugar a otro, esperando al párroco de San Salvador para darle informes detallados de lo que había ocurrido la noche anterior. Afuera se escuchaban unos perros que aullaban como si hubiera habido algún muerto y ellos lo supieran. Salio el párroco un poco encabronado ya que era viernes día en que doña Leovigilda Santos le hace visita, todos en el pueblo sabían de los amoríos del sacerdote pero aun así lo respetaban ya que tenia el control de todo. – Y como no lo van a respetar decía don Macario si se sabe todos los secretos de las personas del pueblo – Que pasa Martín – se escucho que decía el sacerdote con una voz que hacia cimbrar la sala común de la capilla.

Padrecito cosas feas y horribles han sucedido en San Miguel mientras usted dormía, le contó Martín como todos se habían dirigido hacia la cueva del diablo y era la hora en que no podían salir, solo se escuchaban lamentos en todas las veredas que conducen a los pueblos cercanos. El sacerdote un poco alarmado por la situación y un tanto escéptico le pido a Martín que se calmara que en un momento lo acompañaba. Se puso un jorongo, tomo un poco de agua bendita en un frasco, un crucifijo en la bolsa y tomo un trago grande de vino tinto para armarse de valor y salio, en aquella época las diligencias eran escasas y el sol comenzaba a ocultarse, avanzaron aproximadamente unos tres kilómetros cuando el caballo del Padre comenzó a ponerse como loco saltando de un lugar a otro, relinchando como nunca lo había hecho y sin mas tiro al sacerdote y echo a correr hasta perderse en la maleza.

Se escucho un grito ahogado, cosa que alarmo al sacerdote y a Martín, casi al llegar la noche llegaron a San Miguel y solo había dos casas con la pequeña luz que las velas pueden dar. Salio doña Macrina que era una de edad avanzada y que por la misma situación no había podido ir con los demás a acabar con la horda de brujas que azotaban al pueblo y que desde que tenia uso de razón había oído hablar de ellas pero nunca las había visto y recordó cuando en una ocasión salio de su casa construida de pencas de maguey, en la madrugada y vio una especie de guajolote enorme como nunca los había visto, se quedaron viendo y el animal comenzó a volar, espantado. Doña Macri como le llamaban todos en el pueblo le contó como habían pasado las cosas la noche anterior y que no habían regresado aun del cerro.

El párroco de nombre Ramiro, monto un burro que le presto doña Macri y emprendió la subida al cerro en compañía de Martín eran las dos de la mañana y el frió en ese lugar se había hecho mas intenso, a los lejos se escuchaban risas de hombres y mujeres, niños que lloraban y pequeñas risas de niños que jugaban cosa que a Martín le hacia que se le pusiera la piel chinita. Mientras que el sacerdote rezaba un padre nuestro y sus piernas le temblaban y no precisamente de frió. Conforme iban avanzando se escuchaba todo mas cerca y el burro comenzaba a inquietarse, la luna iluminaba el camino, las estrellas se veían claramente y Martín comenzaba a sentir grandes deseos de correr hacia allá, se sentía atraido algo extraño lo incitaba a llegar al final de todo esto.

Cuando estaban a punto de llegar de una cueva salio una especie de Ave de enormes proporciones, negra con la cresta roja y se escucho un aullido espantoso que hizo que el sacerdote Ramiro cayera desmayado y con la ropa mojada, mientras que Martín sonrió maléficamente, mientras entonaba un cántico en otomí, adentro se escuchaban risas como si hubiera fiesta, cuando el padre Ramiro abrió los ojos, prefirió nunca haberlo hecho y pidió perdón por todos sus pecados.
Continuara…

9 comentarios:

Miss Neumann dijo...

ESPERARE ANSIOSA POR LA CONTINUACIÓN!!!!

César dijo...

SI YO MUERO POR LEER LA SIGUIENTE PARTE ESTA MEJOR QUE @LA CACERIA@ DE GARRAATACA...

tan versátil como acústica dijo...

a la espera de resolución.

Movimiento Argenlibre dijo...

SALUDOS DESDE EL MOVIMIENTO ARGENLIBRE
ARGENLIBRE.BLOGSPOT.COM

Anónimo dijo...

Huy!!!

Orale!!!!!

Hace un siglo que no entraba aqui!

Si de eso me admiro porque la verdad ni lei la continuacion de la historia Solo que el padre pidio perdon pero no se ni que...

Bien digamos que no tengo muchas ganas de leer, sorry prometo que lo hare despues

Y me voy a leer, es tarea...

Saludos

Axel Vique dijo...

por qué dar cosas en episodios? por qué? por queeeeee........

El Homo Rodans dijo...

pos así que digamos admirador, admirador, pos no vedá, uno como que es bien mucho nihilista, ¿ansina se dice?

se nota en su relato el conocimiento de las costumbres y los hábitos de los pueblos, sinembargo le sugiero ordene esa información bajo una apreciación suya de lo estético, en especial definir el estilo narrativo del narrador porque a veces da la impresión de que el narrador principal es un jovencito, y luego nos confunde con un esfuerzo maduro de ir disponiendo de las palabras. ya por último le sugiero que precise los datos ("alio una especie de Ave de enormes proporciones..") y la sintaxis, la anécdota es perfecta para caer en la narrativa fantástica o en la anécdota chusca, no le tenga miedo a revelar un poco más de información, eso genera mayor morbo por lo leído.

un abrazo huejutlense.

Jorge Pedro dijo...

saludos, bro.

Anónimo dijo...

puta madre cabron no pudes terminar la puta historia